Consejos de prevención cardiovascular para la mujer
Solo tienes que tomarte un tiempo con tu médico para evaluar cuál de todos los factores modificables tienes y ponerte a trabajar para evitarlos o controlarlos.
Por Norma Devarie Díaz, MD
Las enfermedades cardiovasculares son altamente prevenibles. Solo tienes que tomarte un tiempo con tu médico para evaluar cuál de todos los factores modificables tienes y ponerte a trabajar para evitarlos o controlarlos. Esto requiere de mucha disciplina de tu parte; propóntelo como meta y evita ser una más en las estadísticas de muertes por enfermedades cardiovasculares.
Baja tu nivel de colesterol: el colesterol es una sustancia grasosa que se encuentra en la sangre y en todas las células del cuerpo. Es malo, pues crea una placa en la pared interna de la arteria que puede estrecharla y disminuir la cantidad de sangre que pasa por ésta. Si se rompe, puede causar un coágulo que podría obstruir todo el flujo de sangre por la arteria. Si esto ocurre en la arteria que alimenta el corazón, entonces podrías sufrir un ataque cardíaco; si el bloqueo ocurre en las arterias que alimentan el cerebro, sufrirías un derrame cerebral; si es en las arterias que alimentan las piernas, podrías perder la extremidad.
El colesterol elevado no produce síntomas, muchas personas lo padecen sin saberlo; por eso es tan importante que nos hagamos los estudios en sangre para diagnosticarlo y tratarlo. Si necesitas disminuir tu colesterol malo, o LDL, trabaje con tu médico un plan que consista en una dieta baja en colesterol, grasas saturadas y trans, así como un programa de ejercicios. Si estás sobrepeso, necesitas, además, un plan para bajar de peso. Si aún así no llegas a la meta de tu nivel de LDL, tu médico le recetará algún medicamento para llegar. Una vez que empieces en terapia medicamentosa es importante que no olvides continuar con tu plan de dieta y ejercicios.
Baja tu nivel de presión arterial: la hipertensión arterial hace que el corazón trabaje más fuerte de lo normal, que las arterias sean más propensas a sufrir daños y aumenta los riesgos de ataques cardíacos, derrames cerebrales, fallo renal y cardíaco, daño a la retina y aterosclerosis. Como mujer, el riesgo de desarrollar hipertensión aumenta si tiene 20 libras o más sobre su peso saludable, un historial familiar de hipertensión o llegó a la menopausia. Más del 73 % de las mujeres entre 65 a 74 años tienen hipertensión. El riesgo de desarrollar hipertensión aumenta durante el embarazo, sobre todo en el último trimestre. Si tomas pastillas anticonceptivas, consulta a tu médico para evaluar los beneficios y los riesgos de tomarlas.
Para saber si padeces de hipertensión tiene que medir sus niveles; no esperes síntomas ya que podría ser muy tarde.
Deja de fumar: esta es la causa de muerte más prevenible en Estados Unidos. Si fumas cigarrillos o tabaco, tienes más riesgo de morir de un ataque cardíaco, derrame cerebral, cáncer de pulmón, boca y garganta, enfermedad crónica del pulmón y enfermedad arterial periférica (PAD). La exposición constante al humo de otras personas aumenta tu riesgo, aunque no fumes. Las buenas noticias son que, cuando dejas de fumar, tus riesgos de ataque cardíaco y derrame cerebral se reducen a la mitad al año de dejar de hacerlo y siguen reduciendo con los años hasta llegar a ser tan bajo como en los no fumadores.
Mantente físicamente activa: un ejercicio de intensidad moderado a vigoroso practicado regularmente mejora su condición cardiovascular y le reduce los riesgos de enfermedad cardiovascular. Te ayuda a mantener controlado tu nivel de colesterol, diabetes y obesidad y también a disminuir su nivel de presión arterial. Para la mayoría de las personas saludables se recomienda que realicen, al menos, 30 minutos de actividad física la mayor parte de los días de la semana. No tienes que ser una atleta para reducir tus riesgos. Actividades moderadas, como: caminar, hacer jardinería, trabajos en la casa o bailar por espacio de 30 minutos la mayoría de los días de la semana serán suficientes para bajar tus riesgos.
Controla tu diabetes: esta aparece comúnmente a mediana edad y en personas con sobrepeso. Afecta a más mujeres que a hombres luego de los 60 años. Las mujeres diabéticas tienen una tasa de mortalidad cardiovascular de 2 a 4 veces mayor que las no diabéticas. Aunque la diabetes es tratable, el hecho de tenerla aumenta tus riegos de enfermedad cardiovascular. Muchas personas diabéticas también tienen colesterol elevado e hipertensión, lo que aumenta aún más sus riesgos. Si tienes diabetes es importante un cuidado médico regular y crear un plan con tu médico que te permita controlar tus niveles de azúcar y manejar tus otros factores de riesgo.
Referencia: http://www.elnuevodia.com/consejosdeprevencioncardiovascularparalamujer-1913979.html